Temprano en la mañana, Roland ya estaba en su oficina arreglando varios tipos de herramientas de prueba en el piso. Había todo tipo de cosas, desde sólidos a líquidos, minerales y metales, inorgánicas y orgánicas.
—Estás muy contento.
Ruiseñor se agachó, sacó una bola de masa de un plato y la engulló.
—Por supuesto. Tenemos una nueva bruja en la ciudad y sus habilidades son increíbles —dijo Roland enarcando las cejas —y no creas que no vi que acabas de comerte uno de mis artículos de prueba.
—Quedan suficiente —dijo ella mientras se limpiaba la boca. —¿Qué tan útiles son las habilidades de Lucía?