Lo que el Gran Señordemonio había dicho, no era una charla vacía; la escena ante ellos era algo por lo que ningún humano podría aspirar a luchar.
Marwayne fue completamente incapaz de imaginar cómo Castillogris lidiaría con el milagro ante ellos. Aparte de levantar la cabeza para mirar hacia arriba, lo único que podían hacer era rezar.
Los demonios están obligados a ganar esta guerra.
Ya no tenía dudas.
Toda su frustración y miedo de antes fueron barridos y reemplazados por una emoción indescriptible. Como los demonios podían ganar la guerra, su recuperación ya no sería imaginaria. Este contraste no podría compararse de ninguna manera con una persona que se está ahogando y obtiene una nueva oportunidad de vida, ¡sino que una persona al final del camino es bienvenida nuevamente a la cima!