Barov fue despertado por su sirviente.
Durante el tiempo de guerra, el personal de la Oficina Administrativa vigilaba por turnos para poder notificar a Barov inmediatamente en caso de que ocurriera algo fuera de lo común.
Edith ya no trabajaba en la Oficina administrativa, pero aún tenía ciertas influencias con Roland. Barov siempre tendía a buscar consejos del Estado Mayor antes de hacer un plan. La presencia de semejante genio rival le recordaba constantemente a Barov que trabajara duro.
Sin embargo, esta no fue la única razón por la que Barov estaba tan dedicado a su trabajo.
De hecho, disfrutaba estar ocupado, ya que estar ocupado representaba el poder. Significaba que Nuncainvierno lo necesitaba. Además, Su Majestad confiaría aún más en él si tuviera éxito en su empresa.
Barov se levantó de la cama y se puso la ropa.
—Habla. ¿Qué pasa ahora?