Roland tuvo la semana más agitada desde su ascenso al trono.
Hubo varios indicios sutiles de que la Luna Sangrienta llegaría mucho antes de lo habitual, y él se había estado preparando para ese día durante mucho tiempo. Sin embargo, a diferencia de lo que la iglesia había predicho que aparecería en 10 años o como habían anticipado las brujas de Taquila en dos o tres años, la Luna Sangrienta emergió sobre la Región Occidental justo después de la implementación de la política de inmigración, tan repentinamente que su aparición había atrapado a todos con la guardia baja.
Y ese no fue el final de eso.
Hace una semana, se enviaron varios informes urgentes desde numerosas ciudades a Roland para informarle sobre el fenómeno astronómico anormal. Parecía que nadie había visto a la Luna Sangrienta acercarse a la ciudad. La Luna Sangrienta parecía haber estado siempre allí, siendo invisible para las personas hasta hace muy poco.