Un soldado puso en marcha el avión y abrió la válvula. El avión inmediatamente comenzó a sacudirse violentamente, el motor comenzó a rugir y la hélice giró a una velocidad tremenda.
Cuando el rugido se convirtió en un zumbido constante, Good empujó lentamente la palanca de gas y el avión, como si fuera arrastrado por una fuerza invisible, comenzó a deslizarse en la pista.
—Woooow... —La multitud exclamó impresionada.
Good se sintió muy alentado, ya que no esperaba que realmente funcionara. ¡Ahora estaba verdaderamente operando esta bestia gigante de acero!
Good giró su cabeza hacia la princesa Tilly, que estaba sentada en el lado izquierdo del ala, con el cabello gris que fluía detrás de ella, con una sonrisa en sus ojos. ¿Estaba la princesa... contenta con su actuación? Good se volvió más confiado, creyendo que no debería tener problemas para pasar esta prueba siempre y cuando siguiera las instrucciones de Tilly.