Además del análisis de la posguerra, el Estado Mayor General también redactó un plan preliminar para la tercera batalla de la Divina Voluntad.
Aunque las intenciones de los demonios seguían siendo desconocidas, una cosa era segura: no podían abandonar Taquila bajo ninguna circunstancia. Taquila era la barrera clave que podía impedir que los demonios inundaran Fertile Plains, y también era la base para que el ejército de Nuncainvierno avanzara. Mientras la humanidad tuviera control sobre Taquila, la Niebla Roja no podría acercarse fácilmente al noroeste de Castillogris.
Por lo tanto, era muy necesario reconstruir la Ciudad Santa que había estado desierta durante cientos de años.