—¿Sabemos muy poco? —Celine dejó caer sus tentáculos, parecía un poco angustiada —. Tienes razón. Cuanto más tiempo permanecí en Sociedad Quest, más ignorante me sentí que era. El libro que trajiste del Mundo de los Sueños me dejó perpleja. No debería decir que la piedra es increíble, porque hay algo aún más increíble que eso.
—¿Qué es?
—Nosotros —dijo Celine con una leve sonrisa —. De acuerdo con ese libro, todos estamos compuestos de elementos. Como un árbol, también estamos compuestos de carbono, nitrógeno, hidrógeno, etc. Sin embargo, podemos reír, llorar y pensar. Eso es más asombroso que simplemente ser capaz de iluminar.
—También leí ese libro, pero todavía no lo puedo creer…—comentó Ruiseñor suspirando —. Por mucho que odie admitirlo, nuestras pieles no son muy diferentes de la corteza escamosa de árbol.
—Probablemente a eso se refiere Su Majestad como"la belleza de las estructuras".
Celine miró a Roland, que no respondió.