Después de que todos se subieron al avión, Tilly caminó hacia Roland.
—¿Qué pasa? ¿Sigues preocupado? —preguntó.
—¿Se nota? —respondió Roland.
—Ni siquiera ha pasado un día, pero todo lo que has dicho parece una despedida. Por supuesto, se nota—. Ella se encogió de hombros y agregó: —¿Estás dudando de mi tecnología, o estás dudando de la habilidad de Anna?
Respecto a esta difícil pregunta, Roland solo pudo sonreír amargamente.
La estructura de La Gaviota era extremadamente simple. Excepto por unas pocas palancas operativas y las correspondientes superficies de control móviles, era básicamente un recipiente humano. Era esencialmente menos complicado que el modelo de prueba. Con las habilidades de procesamiento de Anna, sería difícil cometer errores.