No era de extrañar que el rey Hoja de Oro se sintiera frenético.
Las palabras que el rey Hoja Verde le acababa de decir le hicieron sentir como si alguien le hubiera palmado de pies a cabeza, hasta el punto de que incluso el color de su ropa interior ya no era un secreto.
Una persona que nunca antes había conocido sabía tanto sobre él. Para empeorar las cosas, ¡ni siquiera sabía quién era la otra parte! El inmenso miedo que sentía por esta situación desconcertante lo dejó increíblemente frenético.
—¿Quién soy yo? ¡Soy el Rey Hoja de Oro! —bramó Zhang Xuan lanzando sus mangas con rabia—. Sólo detén esa lucha sin sentido y confiesa. ¿Por qué te haces pasar por mí?
—¿Haciéndome pasar por ti? ¡Maldito seas! —La respiración del Rey Hoja de Oro se aceleró.
—Rey Hoja Verde, como has visto, mi versión es mucho más detallada que la suya.
