—¡Zhang shi!
Tan pronto como regresó a la entrada de la cabaña de paja, vio a Hu Yaoyao, Xue Zhenyang y a los demás bajándose de la espalda de una enorme bestia espiritual.
Hace medio mes, seguían siendo los líderes dominantes y poderosos de las cuatro facciones estudiantiles más poderosas de la academia. Sin embargo, en este momento, como si los pollitos se encontraran con un águila poderosa, estaban desprovistos de la arrogancia que tenían antes, y se podía sentir una pizca de miedo en su lenguaje corporal.
Podrían haber sido considerados rivales antes, pero en este instante, se habían convertido en nada más que juniores para él. No podían pasar por encima de él aunque quisieran.
—Zhang shi, ¿estás listo para partir ahora? —preguntó Hu Yaoyao.
—Un —asintió Zhang Xuan.
