Al pensar que este tipo aún intentaría poseer a otras personas a pesar de haber sido expulsado por Zhang shi, la cara de Luo Zhu palideció de inmediato.
—¿Posesión?
Todos se sorprendieron.
El alma era una materia intangible. Como tal, cuando el alma poseedora dejó el cuerpo del anciano, nadie podía saber a dónde fue.
—Eso es correcto. En aquel entonces, cuando estaba poseído, también estornudaba. Ese tipo seguramente debe haber entrado en su cuerpo…
Luo Zhu apuntó apresuradamente hacia el hombre regordete.
—¿Yo?
Naturalmente, el hombre regordete era Sun Qiang. Solo estaba mirando al joven maestro hacer alarde de su inmensa capacidad para expulsar el alma cuando el anciano señaló con un dedo hacia él. Desconcertado, parpadeó inocentemente y dijo—. ¿He sido poseído?
¿No debería la posesión dar como resultado un tira y afloje entre las almas? Si es así, ¿por qué estoy parado completamente bien aquí?
