El silencio era total.
Los espectadores y soldados sobre y debajo del Altar del Cielo, que sumaban varias decenas de miles, quedaron estupefactos.
Con solo sus palabras, el viejo ancestro Ding Hong podía obligar a todos a someterse a él. La valiente visión de él entrando al campo en el Dragón Alado de Acero Negro fue grabado profundamente en sus mentes.
Todos pensaron que Zhang Xuan sería aplastado sin poder hacer nada, pero antes de que Ding Hong pudiera herir a la otra parte, terminó cayendo del cielo…¡Diablos! ¿Podrían las cosas volverse más ridículas?
Para un experto como tu, salir del palacio real no era gran cosa. Sin embargo, solo tenía que montar un espectáculo y entrar en el campo montado en el Dragón Alado de Acero Negro. Además de eso, elegiste volar a tanta altura en un intento de jugar a ser un dios y traer la retribución del cielo a los demás… Sin embargo, la retribución sí apareció, pero el objetivo parecías ser tú.