Soy su maestro...
Estas palabras sonaban ordinarias y simples, y no había ningún adorno excesivo o emociones vehementes detrás de ellas. Sin embargo, Lu Chong se sentía como si estuviera envuelto en agua tibia, y su sangre corría velozmente por su cuerpo.
Habiendo venido de un clan rico, sabía cuán valioso era el veneno letal que su maestro había inventado para él. También entendía cuán valiosa era la técnica de cultivación que la otra parte le impartió...
Sin exigir nada, él había dado todo para guiarlo, llegando incluso a ofender al Clan Lin...todo esto, ¡solo porque le había llamado maestro! ¡Solo porque era su alumno!
Maestro, ¿sabe que su aceptación equivale a pelearse con el Clan Lin? Nunca le dejarán salirse con la suya... No vale la pena ir tan lejos por un estudiante que apenas conoces desde hace seis días y que no ha hecho nada por ti...realmente te he defraudado...
El cuerpo de Lu Chong tembló con agitación.
—Zhang Xuan, tú...