—¡Oh! ¡Vamos a terminar entonces!
Como Zhang Xuan estaba libre, decidió aprovechar la oportunidad para aprender más sobre cómo se realizaba el examen de pintor. Por lo tanto, él siguió por detrás al asistente con túnica verde hacia la multitud.
Justo en el frente, delante de una mesa verde oscuro alineada contra la pared, un joven de dieciocho o diecinueve años, vestido de blanco, estaba sentado en una silla de madera y tenía los ojos fuertemente cerrados.
—Joven maestro Ji Mo, joven maestro, ¡te amo! ¡Quiero tener tus bebés!
—¡Qué descarada puedes ser! ¡El joven maestro Ji Mo es mío! ¡Quien quiera que se atreva a competir conmigo, le arrancaré la ropa!
—¡Joven ama, una bella dama de allá está dispuesta a rivalizar contigo! Ve y quítale la ropa, ¡te alentaremos desde aquí!
—…
A pesar de que los ojos de joven maestro Ji Mo aún estaban cerrados, muchas mujeres en los alrededores ya se habían puesto frenéticas.
