Inicialmente, Liu Ling quiso decirle al anciano Tian sobre el asunto, pero al recordar cómo éste interrumpió sus palabras, decidió no decir nada por temor a incurrir en su irritación.
–Dado que los dos están de acuerdo con esto, Tian Gang, trae esa pintura– Después de decir esto, el anciano Tian hizo un gesto.
–¡Sí!
Pronto, Tian Gang llegó abrazando una caja grande pero delgada.
–Esta es la pintura que Liu shi me ha regalado. Creo que es apropiada la palabra "perfecta". No importa cuántas veces la mire, no puedo evitar elogiarla. ¡Hoy, tendrán la bendición de ver el trabajo de un increíble maestro!
El anciano Tian rio entre dientes mientras sacaba la pintura de dentro de la caja.
–Realmente espero poder conocer a un maestro pintor de este calibre antes de morir y ser testigo de sus extraordinarias habilidades.
Acariciando la pintura en sus manos, el respeto brilló en los ojos del anciano Tian.