1926
¡Esta calabaza era la misma calabaza de Dongxu que descaradamente eligió quedarse dentro de su dantian, negándose a salir! La última vez, saltó y devoró entera la Sangre de Dragón que había adquirido del Soberano Chen Ling, y lo mismo también estaba pasando esta vez.
De todos los tiempos para aparecer, ¿por qué tenía que aparecer ahora y comer la píldora de recuperación que tanto necesitaba en este instante?
¿Te ofendí en mi vida anterior o algo así? ¿Cómo es que terminé siendo acosado por una cosa tan cobarde como tú?
Con su cuerpo temblando incontrolablemente, Zhang Xuan escupió a través de los dientes apretados—. Vomita. Fuera. ¡Ahora!
Agarró la parte media de la calabaza y ejerció su fuerza con enojo, pero lamentablemente la cantidad de fuerza que podía ejercer era limitada debido a sus heridas.
—Ya me la tragué. Todavía puedo defecarla si quieres —dijo la calabaza de Dongxu y sacudió su trasero con alegría.
—¡Defeca tu cabeza!