1922
La tecnología había sido una parte integral de la vida en su mundo anterior. Trajo gran conveniencia al mundo, permitiendo la comunicación o las compras a distancia. Permitió a la gente asumir nuevas identidades anónimas y disfrutar de una vida aparte del mundo real. A menudo, una persona a la que se dirigía como su esposa a través de Internet podía muy bien terminar siendo un curioso hombre de mediana edad.
Por muy formidable que fuera la Ficha Etérea, parecía funcionar con los mismos principios.
Al entrar en el Salón Etéreo, uno sería capaz de ocultar su identidad, y la fuerza de todos los aprendices se igualaría. Esto significaba que sería imposible para una persona decir si la persona con la que había estado conversando era un hombre o una mujer, un experto o un aprendiz ordinario.