Parecía que las reglas escritas en la ficha de jade no debían ser tomadas al pie de la letra.
Se detallaba en la ficha de jade que uno sería bienvenido por los maestros al llegar al Gran Pronunciamiento del Confucianismo, en cuyo momento, uno tendría la oportunidad de elegir entre ellos. Sin embargo, todo lo que había para darle la bienvenida a su llegada era un simple gong de cobre y nada más.
—¿Vine tan rápido que nadie fue capaz de reaccionar a tiempo? —murmuró Zhang Xuan en voz baja.