Zhong Qing siempre había valorado el desarrollo del carácter y el estado mental. La caligrafía era el arte de agudizar la concentración y el autocontrol, por lo que a menudo pasaba su tiempo libre con un pincel en la mano. Debido a su devoción al arte, las obras de caligrafía que producía eran de una calidad excepcional, de tal manera que muchos expertos le hacían una visita especial para solicitar sus piezas con el fin de encontrar la paz interior en ellas.
Dado su carácter y estado de ánimo, un examen ordinario entre la generación más joven no debería haberle molestado en lo más mínimo. Pero, contrariamente a sus expectativas, los ocho examinados de su linaje, incluyendo a su propio nieto, ¡habían sido eliminados en el examen! Esto lo había sacudido un poco, así que quiso desafiar a los dos jóvenes responsables de ello para que pusieran a prueba sus habilidades. Sin embargo, ¡¿quién podía saber que un reputado Maestro Escolástico como él terminaría siendo menspreciado?!