Esta figura no parecía ni alta ni imponente, y el aura que emanaba no era nada especial. Sin embargo, su apariencia hizo que los dos bandos que luchaban detuvieran sus ataques y se congelaran en el acto, sin atreverse a moverse en absoluto.
—¿Qué es lo que pasa?
La multitud en la plaza estaba desconcertada por este giro de los acontecimientos.
¿No habían estado luchando entre ellos hasta la muerte hace un momento? ¿Por qué se detendrían de repente sólo porque una persona dijo una palabra?
—Esa persona debe haber sellado el espacio circundante o usado algún tipo de poder especial para suprimirlos, causando que no puedan hacer un movimiento. —Un anciano en medio de la multitud apretó sus puños con fuerza mientras comentaba contemplativamente.