—¿Qué pretendes hacer?
Al ver al joven salir corriendo de la caverna, el Sabio Ancestral Todo Fuego sintió de repente una mala premonición. Quería detener al joven, pero un aura escalofriante le aplastó de repente.
En circunstancias normales, habría sido capaz de superar tal poder con facilidad e incluso lanzar un poderoso contraataque. Sin embargo, con las graves heridas que había sufrido, se encontró incapaz de ejercer la más mínima potencia.
—Sabio Ancestral Mo Ling, ¡Eres un maldito! ¡Juro que te mataré una vez que me recupere con todas mis fuerzas! —rugió frenéticamente el Sabio Ancestral Todo Fuego.
—¡Estaré esperando! —respondió el Sabio Ancestral Mo Ling despreocupadamente mientras continuaba ejerciendo su fuerza sobre la otra parte, sujetándolo firmemente a la pared.
¡Arrgh, Arrgh! ¡Wu wu!