¡Hu!
Con un ligero balanceo del imponente árbol, el desierto desapareció repentinamente de la vista. Todo volvió a la normalidad, como si lo que habían presenciado antes no fuera más que un producto de su imaginación.
La única diferencia era que el Demonio del Otro Mundo conocido como Bei Feng había desaparecido completamente de la faz del mundo.
—¡¿Bei Feng ha muerto?!
—¡El aura de su alma se ha desvanecido completamente sin dejar rastro! ¡¿Su cuerpo se ha reducido realmente a arena amarilla?! ¡¿Cómo es posible?!
—¡¿Qué acaba de pasar?!
Los Demonios de Otro Mundo estaban completamente horrorizados por lo que acababan de presenciar. Era tan inconcebible que no podían evitar dudar de la integridad de sus ojos.
En términos de destreza en la lucha, Bei Feng podría decirse que era el más fuerte de todos ellos. Sin embargo, a pesar de su fuerza, se había reducido a arena amarilla apenas comenzado el duelo. ¿Qué era esa raíz?
