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—¡Diablos!
Esta visión hizo que los ojos del Serpiente Verde del Bosque Celestial casi se cayeran al suelo. Las otras tres bestias divinas también intercambiaron miradas horrorizadas entre sí.
Ellos eran quienes habían heredado las líneas de sangre de las bestias divinas ancestrales. Eran dignas, poderosas, elevadas, regias... Pero en tan corto período de tiempo, el Cloudtiger Espíritu Dorado había elegido someterse a un mero humano.
¡Había algo realmente malo en esto!
—Ella realmente ha manchado nuestra reputación. —La Serpiente Verde del Bosque Celestial estaba hirviendo de rabia. Era la cabeza de los Cinco Monarcas del bosque. Había pensado que ya era vergonzoso para los subordinados del Cloudtiger Espíritu Dorado haber permitido que un simple humano los domara, pero apenas un momento después de pensarlo, ¡el líder de esas bestias se sometió! ¡¿No era esto igual que una bofetada en la cara?!