Viajando a través de la grieta espacial, Luo Qiqi volvió a su habitación en el Clan Luo.
Había pensado que los cielos habían respondido a sus plegarias, y había esperado con anticipación la vida dichosa que el mundo le había prometido que llegaría. Nadie podría haber esperado un resultado así.
Sin embargo, por algún extraño trabajo del destino, las profundas fluctuaciones en sus emociones terminaron convirtiéndose en el catalizador que asimiló aún más el Silenciador de Dimensión junto con ella, otorgándole un mayor control sobre él.
Fue en ese momento cuando llegó el grupo de las Cien Escuelas de Filósofos. Había estado en medio de la comprensión de los poderes del Silenciador de Dimensiones, por lo que no podía permitirse el lujo de ir también a la plaza. Sin embargo, para cuando terminó, el problema ya estaba resuelto. Así pues, abrió una brecha espacial para alcanzar a esos agresores y darles una lección.