— ¡No está mal!
Ante la inmensa presión ejercida por la Ficha de Cabeza Adjunto del Santuario, Zhang Xuan no se asustó en lo más mínimo. En vez de eso, con una ligera sonrisa, levantó el dedo para prepararse para enfrentarse al ataque que tenía ante él.
En ese momento, ya había reconstruido completamente los meridianos de Zhao Ya, por lo que ya no había necesidad de que permaneciera sentado en el suelo. Enderezando su espalda, rápidamente condujo la energía dentro de su cuerpo, con la intención de sellar el espacio que tenía por delante para sellar el avance de la Ficha de Cabeza Adjunto del Santuario. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, sus ojos se entrecerraron repentinamente, y su cuerpo se endureció con horror.
—Diablos... —murmuró.