Como miembros de la cúpula del Salón del Veneno -y esto era especialmente así para Shen Jue- para encontrar el legendario Legado de Tomé de Veneno que su fundadora había dejado atrás, ellos habían pasado la mayor parte de sus días deambulando por el mundo. En sus viajes, era inevitable que se encontraran con varios maestros superiores poderosos, e incluso hubo algunas ocasiones en las que habían intercambiado golpes con los grandes ancianos de la sede central del Pabellón de Maestros Superiores. Aun así, nunca habían oído hablar de ningún maestro superior capaz de analizar la condición de todos con precisión con sólo echarles un vistazo e idear estrategias sobre ellos en sólo unos segundos.
Esto no era sólo a nivel de discernimiento, ¡sino de omnisciencia!