¡Hula!
En medio de un intenso bamboleo, Zhang Xuan cayó al suelo y lanzó una bocanada de sangre.
Al igual que la vez anterior, sintió que todo su cuerpo le dolía como si lo hubieran destrozado muchas veces. Se podían ver múltiples laceraciones por todo el cuerpo.
En verdad, con su fuerza actual, debería haber sido imposible para él construir una Formación de Teletransportación. Sin embargo, sabiendo que el asunto con Zhao Ya no podía esperar, sólo podía apostar y enfrentarse a Zhan shi y al ataque de los otros ancianos, con la esperanza de redirigir con éxito la fuerza a la formación para activarla.
Afortunadamente, las cosas salieron según lo planeado.
El poder combinado de los ancianos del Santuario de los Sabios formó una oleada de energía que ni siquiera el infernal Qilin de Santo 9-dan fue capaz de resistir. Con tal inmenso poder siendo infundido en la formación, ésta recibió inmediatamente suficiente energía para ser activada.