—¡Tú...!
Viendo al muñeco bien montado de pie justo delante de ella, Jiang Feifei se quedó visiblemente atónita.
Incluso con su velocidad de tallado más rápida, necesitaría al menos un día entero, pero ¿cuánto tiempo tardó la otra parte?
¿Diez respiraciones? ¿Ocho respiraciones? ¿Cómo podía tallar partes tan delicadas y precisas mientras manipulaba tantas espadas a la vez?
—Eso no está bien. —Después de un momento de conmoción, Jiang Feifei se dio cuenta rápidamente de que algo andaba mal, y preguntó en un tono profundamente perplejo—. Mi muñeco no tiene ropa, así que, ¿cómo puede ser que el tuyo esté perfectamente vestido?
En circunstancias normales, el muñeco Xingyun debería haber estado completamente desnudo. Sin embargo, el tallado por el joven ante ella estaba impecablemente vestido; de hecho, había un adorno en su pecho, y las ondas de su ropa fluían hermosamente como la seda real. ¡Esto estaba completamente en desacuerdo con el plano!
