El río era una vena espiritual, y la energía espiritual que fluía a través de él estaba tan concentrada que se sentía casi tangible.
La calabaza colgaba justo debajo de él, absorbiendo la energía espiritual como alimento y creciendo lentamente.
—Ahora, sólo tengo que cogerla y regresar —dijo Zhang Xuan y suspiró aliviado.
Si quería subir de nivel, sólo tenía que recoger suficientes manuales de técnicas de crecimiento y piedras espirituales. Por muy valiosa que fuera la calabaza de Dongxu, era de muy poca utilidad para él. Valdría más la pena que usara la situación para desarrollar una buena relación con Luo Xuanqing. Mientras pudiera ganar la buena voluntad de Luo Xuanqing y conseguir que hablara en su nombre más tarde cuando compitiera por la mano de Luo Ruoxin en matrimonio, ¡todo valdría la pena!
