Aunque Zhang Xuan sabía que la conceptualización de JianQinsheng sobre el manejo de la espada era diferente a la suya, aun así se sentía obligado a ir allí para echar un vistazo. Si, por casualidad, lograse adquirir los manuales de arte de la espada, necesarios para perfeccionar las Tres Espadas de Lingxu, sería capaz de superar el Corredor Jia y finalmente formar su Arte Divino del Camino al Cielo del Reino de la Apertura Permanente.
Además, cada aprendiz tenía una interpretación única del crecimiento, forjada por sus experiencias y percepciones individuales. Sólo a través de la interacción con los demás se podían ampliar los horizontes y elevar el techo para seguir mejorando.
—Vamos. —Viendo que el joven seguía insistiendo en ir hacia allí, senior Shui asintió con la cabeza. Se despidió de QingYu, y ambos salieron del Salón de la Solidaridad.