—Le echaré un vistazo más tarde —asintió Zhang Xuan.
Aunque la destreza de Zhang Jiuxiao en la lucha era inferior y su talento no valía la pena mencionarlo, aun así tenía el rasgo redimido de la fiabilidad. Ya que la otra parte le estaba contando esta noticia, lo más probable es que hubiera cierto nivel de credibilidad.
Además, independientemente de si el Imperio Qianchong tenía minas espirituales o no, como el imperio conferido número uno con muchos expertos en el reino de la apertura permanente bajo su mando, estaba destinado a tener un rico suministro de piedras espirituales concentradas de alto nivel. Mientras pueda encontrar un canal para intercambiarlas o ganárselas, podrá elevar su crecimiento hasta la cumbre del reino del espíritu primordial.