—Zhang Shi, aquí está el regalo que lasede general nos ha dado por la batalla amistosa con los otros salones de combate.
Zhang Xuan trajo a Sun Qiang y a los demás de vuelta a su alojamiento en el Salón de Maestros de Combate, y no mucho después de su regreso, se acercó el maestro de salón Xing.
Recientemente había habido un combate amistoso entre los cuatro Salones de Maestros de Combate de menor rango con el fin de elegir veinte maestros de combate para entrenar en la Laguna de Espadas del Imperio Qianchong. Gracias al régimen de entrenamiento que Zhang Xuan había creado especialmente para sus candidatos, elSalón de Maestros de Combate del Imperio Qingyuan había conseguido adquirir los veinte puestos, y lasede general delSalón de Maestros de Combate les había transmitido especialmente sus felicitaciones.
Hace apenas unos días, las recompensas por su espectacular actuación en esta ocasión habían llegado a través de un canal de entrega especial.