En la plaza fuera del palacio real, se había reunido una gran multitud, que ascendía al menos a cien mil personas. Había una elevada plataforma en el centro de la plaza, donde Sun Qiang, el anciano Xu y los demás estaban firmemente agarrados en posición de rodillas. Su crecimiento estaba sellado, lo que les impedía luchar por liberarse y escapar.
Mirando al grupo que estaba en la plataforma, Song Chao preguntó ansiosamente—. ¿Qué debemos hacer?Los miembros de la facción Xuanxuan habían llegado temprano por la mañana, pero los guardias que protegían la plataforma de ejecución eran todos expertos en el reino de los Santos. De hecho, había incluso ancianos del reino del espíritu primordial del Pabellón de Maestros Superiores estacionados en el área también.
Contra tal poder de lucha, dejando a un lado el salvar a SunQiang y a los demás, ¡serían sometidos antes de que pudieran siquiera acercarse a la plataforma de ejecución!
