—Ese matamoscas de bambú es delicado e inofensivo, y aun así, ¿tiene la intención de usarlo para lidiar con la palma del rayo de LingXuan?
—¿Le pasa algo en la cabeza a ese tipo?
—Jiao Tan es el genio número uno de la División de Artes Marciales, y su comprensión de las técnicas de batalla también ha alcanzado una altura increíble. En circunstancias normales, incluso si no es rival para LingXuan, al menos sería capaz de dar una pelea espectacular. Pero subir con un matamoscas en la mano... ¿se ha vuelto loco?
Viendo cómo actuaba Jiao Tan, todo el mundo se quedó boquiabierto. El maestro de salónXing y el jefe de división Liao se sintieron tan locos que querían arrancarse todo el pelo en el acto.
Habían puesto tanta esperanza en Jiao Tan, y sin embargo, después de unos días de someterse al régimen de entrenamiento de Zhang Xuan, ¡se volvió loco de repente!
