—¿Se las arregló para matar a los otros nueve?
—¿Estás seguro de que no te estás burlando de nosotros? —Los vice directores Ji Yan y Tan Qing abrieron los ojos de par en par.
Durante los últimos dos años, habían enfrentado su ingenio, coraje y fuerza contra el rey Hoja de Cielo día tras día, y estaban a punto de terminar enloquecidos por todo eso, pero aun así eran incapaces de perturbar a este último en lo más mínimo. Por el contrario, el número de maestros superiores de su lado disminuía cada vez más, de modo que sólo quedaban los dos.
Sin embargo, ese hombre, un aprendiz de santo naciente, se encontró con los otros nueve de los diez grandes reyes y ¿se las arregló para masacrarlos a todos? ¿Era esto cierto?
—No sólo eso, en una ocasión, el rey Hoja de Cielo había escondido un fragmento de su espíritu primordial entre nuestro equipo de expedición, y terminó casi mutilado por el directorZhang.