—¿El rey Hoja Escarlata? —Zhang Xuan entrecerró los ojos.
—De hecho, soy yo. Me puedes reconocer por mi voz. Tú eres el que mató a esos dos tontos, el rey Hoja de Piedra y el rey Hoja de Jade, ¿verdad?
Al instante siguiente, Zhang Xuan sintió que su cuerpo se ponía tenso. Como si una víbora venenosa le estuviese mirando, su cuerpo de repente se estremeció de alarma.
Es la presión del espíritu primordial de la otra parte...pensóZhang Xuan mientras el sudor se deslizaba por sus mejillas.
No estaba ni siquiera cerca de la fuerza total de la otra parte, pero ya podía vencer todo pensamiento de represalia en su mente.
Zhang Xuan rápidamente condujo su zhenqidel Camino del Cielo, y solo entonces sintió que la presión se aliviaba significativamente.
Apretándole las mandíbulas, escudriñó su entorno y escupió—: Así es. Yo fui el que los mató. ¿Intentas vengarlos?