En la residencia donde residía el maestro de sala, el anciano Xu estaba sentado a un lado con una ligera sonrisa en la cara.
—¿Estás diciendo que se debe a un maestro de veneno llamado SunQiang que te salvó a pesar de los peligros, que pudiste volver al Salón del Veneno?—preguntó un anciano sentado frente al anciano Xu.
Con una apariencia similar a una persona de unos sesenta o setenta años, el anciano tenía una sonrisa amable en su rostro. Habría sido imposible imaginar que este anciano era en realidad el jefe del Salón del Veneno del Imperio Hongyuan, ¡un maestro del veneno de 7 estrellas!
—Así es. Ese maestro del veneno Sun es una persona muy justa, y posee tanto coraje como ingenio. Si no fuera por él, habría muerto como el ancianoXue.
